Hay amada mía
¿Quién sería yo
si no hubiese conocido tus caderas,
si no hubiese atado mi corazón
a una de tus piernas
y vagado, sin quinqué, a mis anchas por tu alma?
a la vieja usanza,
uno sale casi siempre del encierro
con las manos en los bolsillos
y un salvoconducto tallado en el pecho.
Los cuerpos se atraen en razón directa de sus masas
e inversa al cuadrado de las distancias.
estoy en busca de mis viejas jaurías,
siguiendo el trayecto trazado por chaska,
olfateando la vieja luna de mis lobos.
Muy bueno, Melvyn, un poema para recordar.
ResponderEliminarGracias Cristian no se si es bueno, pero refleja ni mi yo presente
ResponderEliminarPoeta amigo:
ResponderEliminarSi "Intiwatana" fuera boxeador sería de los pesos pesados, y además, campeón del mundo.
Güevón: eso no se vale, me dejaste noqueado. Pegarle a un niño no se vale: te voy a mandar al Pani...
Abrazos fraternos en Amistad y Poesía verdaderas,
Frank.
Olfateando la vieja luna "de mis lobos"
ResponderEliminarSiii buenísimo
Besos y amor
je
Gracias amigos y amigas
ResponderEliminarRealmente interesante su blog, volveremos, felicitaciones. Si se nos permite, enlazamos. Saludos cordiales
ResponderEliminarMercedes e Isabel
Un verdadero privilegio. Pues nada, que bien que les gusta la ratonera, para mí es placenterísimo el trabajo que desempañáis ojala que sigamos en contacto Isabel y Mercedes.
ResponderEliminarDesde el asombro
Melvyn
Ya vendrán tiempos mejore
ResponderEliminarBravo Melvyn, bravo!
ResponderEliminarSaludos,
Rossi.
Me trajiste un dulce recuerdo con eso de los cuerpos, las masas y la distancia. me gustó la lectura, me hiciste sonreír.
ResponderEliminarGracias!
OA
Ophir
ResponderEliminarEspero que los recuerdos no solo sean del gabinete de historia de la física, pero si el poemita te saco una mueca, un gesto o una sonrisa, ya para mi es fantástico gracias por el comentario.
Melvyn.