Y si de pronto un día
para mi desgracia
empiezo a beber más
y a notar que orino menos
en proporción de tres a uno.
Si un día paso al baño del Betania
con diez cervezas lijándome las tripas
y no lo quiera Dios
mis riñones van a huelga
y son tubos de ensayo
lo que debieran ser barriles
y a un par de pasos de mí
la muerte me pone manos arriba
con un palo de golf sacado de la nevera...
Diré:
"San Juan Urólogo,
aceta el rezo de este pobre tomador perdido.
Que se abran las fuentes.
Que caigan las compuertas.
Que tu luz quirúrgica deje ciego y bruto
al niño holandés del dique.
Prometo beber menos
y escribir más
en proporción de tres a uno".
Y no se promete en vano
con los semáforos en verde
camino a la sala de diálisis.
O mucho peor aun,
con la vejiga volando
a cien millas por hora
contra la caja de bateo
de Mickey Mantle.
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ResponderEliminarBuen poema de Alfredo Trejos.
ResponderEliminarSiempre asocio este vate a nuestro recordado Felipe Granados…
Por ese tiempo, 2006, andaba yo todo atareado a ver si Carlos Aguilar sacaba mi "Viaje de ausentes" de una vez por todas. Se pasó de los nueve meses, salió amarillo, lleno de salpullidos, casi tarado a falta de oxígeno... Después el Dr. Aguilar me había prometido recomendarme a dos genios pediatras de la Clínica La Nación, con los Drs. Dobles Spaguetti y Hurtado Matasanos pero éstos soberbios no me recibieron, seguro "pensaron" que mi chiquito era bien feíto (como su padre y sus otros dos hermanos: Diablito Alucinato, Torritas Vigilias Fingita Lágrima) y un caso médico cerrado, o que no tendría para pagarle la consulta. Bueno, pero vean las cosas, pasó el tiempo: el niño gateó, caminó, creció, y un buen día lo mandé a estudiar a México. Me cumplió, se destacó, dio un espaldarazo que nadie pensaba. Ahora, con su título bajo el brazo, me lo reciben bien por todos lados, lo adulan, le echan lisonjas... Así es todo: el niño no resultó tontico: fue un error de apreciación garrafal, lo mismo que pasó con el chiquito de Obando en la otra clínica del Dr. Aquinoleo: de tan inteligentes parecían que estaban fuera de este mundo, desubicados. Vean las vueltas que da la vida!
Abrazos fraternos en Amistad y Poesía verdaderas,
Frank.
P.D. Conste: no tengo nada personal contra "el flaco". Valga el buen humor: jajajaja!
Si es fácil prometer cuando uno se ahoga.je
ResponderEliminarSobre el comentario del poeta Frank Ruffino: buena sátira. A la altura del poema y de Perro Azul.
Besos y amor
je
Me gustó el poema de Trejos. No pude sustraerme de leer esa sátira del sñor Ruffino: con Perro Azul se queda corto, pero la forma de narrarla es realmente impactante.
ResponderEliminarRecorcholis: gracias también Ruffino por defender a más de uno.
ResponderEliminarBlanca A.
"Mingitorio": me ha gustado el poema. Felicidades a Melvyn y al autor del poema.
ResponderEliminarRossi.
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ResponderEliminar...Estoy escribiendo desde la ratonera!
ResponderEliminarFrank: Abraqzos!!!!!
Luego te explico cómo fue este poema. Estaba bebiendo en un bar en ciudad de Guatemala...y plas!Lo vi.ñ No esw muy bueno, pero es muy cierto