lunes, 4 de abril de 2011

5 miniaturas de 59 sueños "Los niños muertos" de Laura Casasa



Circo

La mujer llora. El elefante de la tienda se ha venido a la casa. Está desesperado por el circo obsceno de la noche. Romper las ataduras, quebrar de una vez los cristales de este encierro, las verjas rosadas del circo. Los niños gritan y asesinan a sus madres. El circo es un muñeco absurdo y sin ojos. El domador no existe; se lo tragó el león. Todos lloran porque el enano anda por las calles sin saber cómo vestirse de nuevo como hombre.

Todos los focos

En el sueño estoy lavando a una niña. Alguien viene ensangrentado por la puerta y la abuela grita que necesita luz, que quiere ver, pero todas las luces están encendidas, el bombillo, la lámpara, todos los focos.

La abuela toca batería

La abuela toca batería mientras unos ratones grises, hombres disfrazados, bailan en el escenario y se golpean unos a otros con las grandes panzas hasta que caen de bruces. La abuela toca la batería desenfrenadamente.

Tienda china

Es el vestíbulo de mi propia casa, pero está lleno de vitrinas y cada vitrina tiene maravillosas piezas chinas de porcelana, muñequitas miniatura, flores, cuadros. Las vitrinas llegan hasta el techo. Yo me alegro de que hayamos conseguido esas piezas fabulosas. Me encanto con la muñequita de porcelana verde, gordita como una matriushka. De repente, llegan los hermanos. Una hermosa mujer china, preciosa, de rasgos magníficos, alta y delgada, comienza a hablar de su tienda. Elige objetos para envolverlos como regalos y saca unos envoltorios delicados, finos, de colores. Por la puerta del frente, como si yo estuviera viendo desde la tienda hacia la calle, entra el hermano de ella, igual de hermoso, joven y fuerte, que también tiene clientes y debe envolver los regalos. Ella le obstruye el paso hacia los envoltorios que están a un lado de una vitrina, luego abre el camino y ambos se enfrascan en acomodar los papeles y los regalos. Mi madre aparece, detrás de mí, con unos ramos de flores secas, como las ramas de los árboles que siempre se ven en los motivos chinos, y yo los deseo.

Tragedia

A Marco Tulio

La tragedia es así como la pesadilla que entra de repente en el sueño o como el agua sucia cuando se abre el tubo. La tragedia, es decir, esa oscuridad latente de la vida, es como comprarse el manguito rojo pensando en lo feliz que será comerlo en compañía, olerlo, sentir desde la calle su olorcito dulzón y estar pensando en ese placer sencillo y cotidiano y sonreír cuando de golpe, plaf, te entra en la cabeza que te van a abrir la puerta y las palabras serán que el niño ha muerto.


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Desde el Callejón del Gato

1 comentario:

  1. Estimado Melvyn: Muy buenos estos poemas en prosa de Laura, aunque el circo fue el que más me gustó...

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