
Cuatro amazonas y un caballo muerto
Desde el Callejón del Gato
La poesía de Melvyn Aguilar es una poesía destilada en las mejores tradiciones literarias. Desde diversas formaciones culturales se percibe la autenticidad del trabajo poético con la clara conciencia del oficio milenario. Es que Melvyn Aguilar es eso: un amanuense, un trabajador incansable de la palabra desde el asombro que produce el estar vivo tomándole el pulso a la vida.
Por eso sus Territorios Habituales son las imágenes refractadas de lo que se ha ido pero regresa en forma de verso, es decir, de sueño, de promesa, de solidaridad, de empatía.Territorios Habituales nos convoca al conjuro de la poesía y a la reunión del encanto en una plaza habitada por las derrotas, las miserias, los golpes y las esperanzas del poeta.
Es poesía que nos recuerda, ácida pero tiernamente, “que no nos perdonamos nada, ni la manzana, ni las cobardías, ni las ausencias”.
Adriano Corrales Arias
¡Me encantó! Mis respetos a la poeta.
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ResponderEliminarMe ha gustado este texto de Angélica Murillo.
ResponderEliminarSiempre tengo cuidado de escribir cuando introduzco elementos mitológicos, por ello, desde muy joven, he preferido hacer poemas radicalmente de mi entorno (aspiramos a crear nuestros propios mitos). Miedo me da siempre confundir aquello con lo de ahora, y que mi poesía, entonces, no pueda diferenciarse, despersonificándose el estilo propio, lo más valioso en un poeta, escritor o artista. Darío era una excepción por su profundo conocimiento de la mitología griega, principalmente; sin embargo, algunas veces me resulta pesada y acaramelada su poesía (casi como el "chocofresas" de Spoom). Y todo a pesar de su increíble y sin igual musicalidad. Imagínense!
Abrazos fraternos en Amistad y Poesía verdaderas,
Frank Ruffino.
P.D. Si un nica me escucha, pué, me fusila. Hasta el más ignorante nica cree que su Rubén es la Poesía, el resto no existe. Es como la adoración casi religiosa que le tienen aquí a Jorge Debravo (todo es producto de la ignorancia y los prejuicios). Personalmente no me gusta la poesía debraviana, su vida sí es atrayente y digna de estudio. Tres o cuatro poemas rescato de Debravo.
P.D. Si Pablo Bravo lee esto, también me fusila. El gran honor que podía hacerle a su abuelo era escribir poesía y tratar de superarlo... La genética en esto no pasa la factura, por lo visto...
Es un buen texto de A.Murillo, a quien no conocía.
ResponderEliminarComparto el comentario de Ruffino. Sobre todo cuando habla de Darío y Debravo.
Besos,
Rossi.
Poeta Melvyn Aguilar: Debería leer más de Angelica para ver por dónde anda la cosa. No puedo hacerme una opinión con estos micro textos. Podrían ser un batazo, y un autor se juzga con algo más de su obra.
ResponderEliminarValiente comentario de ese poeta Ruffino contra los que sacralizan a un poeta que fue, y que no trasciende porque se ubicó mucho en el plano idiológico de una época tirante como la "Guerra fría". Sin embargo, eso es cierto: se han vuelto moscones ciegos alrededor de Debravo, y la poesía de este poeta no es excepcional. Más bien cansa con esas consignas de amor al hombre y todas esas cosas. Mejor se hubiera dedicado a la religión.
Mara,
besos.
Melvyn y amigos:
ResponderEliminarEn esta entrada se han dicho más cosas interesantes que en toda la corta historia de los blogs en Costa Rica. Parece que los ticos nos estamos volviendo sinceros.
Abrazos fraternos en Amistad y Poesía verdaderas,
Frank.
P.D. Fusílenme si lo desean.
En mi último post "Tríptico maldito" os dedique un texto, junto a dos poetas más.
1.-Excelente, Angélica.
ResponderEliminar2.-Qué largos los comentarios del comentarista Frank Ruffino.