atada a mis piernas
como un grillete.
Quiero la fuerza de una mosca
para arrojarla a un río.
por la falda de la melancolía.
Cuando llego a su seno,
abrigo convexo,
menguo hasta convertirme en bebé
y me quedo dormido.
sin santos ni curas.
Desde el Callejón del Gato
Qué bueno Saúl!!A mi me cabe en el pecho el Fello Meza, sin jugadores ni árbitros jajaja!
ResponderEliminarinteresante!!
ResponderEliminargracias por compartir
un abrazo