Epílogo
ángel venidero,
bendice mi obra
si yo fui, el que
injerto niños con pájaros,
cosumador
de hadas litúrgicas,
abro mis poros,
al ciclo de la excomunión,
porque traigo un santo
en cada ojo
y cualquier rumir de mosca violada
me avergüenza
rebalse de nalgas en el suelo,
museo para la ropa íntima,
cinco malandrines
engendros anárquicos del viento,
quiero una probadita
de tus repulsivos senos.
Del folleto: Ocaso de un niño carismático 1996
Poeta amigo Aguilar:
ResponderEliminarMe hicieron bien estos dos textos del vate Vargas, que creo apenas conocía por alguna mención de su nombre tiempo atrás.
Abrazos fraternos en Amistad y Poesía verdaderas,
Frank.
Me he metido en tu ratonera y he leído algunos textos y poemas. No se si el poema "Entre Ángeles y Gerifaltes" es tuyo, pero sea o no sea tuyo, esta ratonera me parece interesante.
ResponderEliminarUn abrazo
Estimado Melvyn: estupendos poemas de Habaquc, como siempre eres un albergue para la excelencia poética. Por otro lado, espero que la pequeña reseña que te dedicó sea de tu agrado, sea pues un humilde homenaje a tu poesía y a tu sincera amistad.
ResponderEliminarUn abrazo fraterno