viernes, 12 de marzo de 2010
De Tinta el Altavoz, Poema 28
28
Déle faroles a la niebla
que las pupilas te piquen el sueño
bengala de vértigo aglutinada en el bolsillo sin coser
habitación de moho al animal ponzoñoso
para que bese la nuca
coja posición de derrota persígnese en alcohol
golpee el reloj hasta que se trague el minutero
par de monedas de desprecio al mendigo que habita
pone el abrigo con paranoia y saluda el silbido de las
navajas
Róbese la bicicleta del niño vendedor de sobros
pedaleé los aguacates
los ajos
su suerte ambulante
después pregone:
Se los pago después
Después nunca regresas
Déle a la calle ella también llora y sangra con pasión
déle a la piñata hasta el palidazo
ella también te desea muerto de frío
arrollándole sus pechos con delicadeza
descarapela el bolígrafo con el solsticio de la abuela
en el punto exactísimo del aguadulce reverberando
en los anaqueles de tinta
y podremos hablar de poesía callejera
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Poesía callejera...siempre salgo de aquí con los bolsillos llenos.
ResponderEliminarEl brillo del estanque
esta lleno de reflejos de ranas
para el sapo su charca no carece de nada.
El asfalto esta lleno de monedas caídas
donde los ojos languidecen y las pestañas
se pierden.
Las voces quedan silenciadas en el cemento
y la suavidad del barro entre tu cara
se hace agua,
se hace agua.
Sedemiuqse (Carmen Molins)
Besos y amor
je
Muy bueno el antipoema del vate Bernardo y el poema de la poetisa Carmen. Si mezclo los textos temo no poder parar después la reacción en cadena, y el ratón Aguilar y Li Po Ruffino (como me llamó una por ahí) irían a caer en el culo de una marciana.
ResponderEliminarAbrazos fraternos en Amistad y Poesía verdaderas,
Frank.