SAKURA
desciende lenta, 
suavemente 
como los párpados 
de los amantes 
cuando se besan.  
Va rayando  la noche 
como un meteoro lastimado
 
y su apacible vuelo 
recuerda
a aquel que mora cerca de los sepulcros
con un sol pendiendo de su cuello.  
Ha caído la última flor del cerezo.
 
 
 
 
 

 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
spettacolare.
ResponderEliminarY mira que son bellas esas flores.
ResponderEliminarBesos y amor
je
Me gustó mucho, es un delicado poema, muy sugerente y vivo.
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