sábado, 16 de enero de 2010

LAO TSE

Nadie supo jamás atrapar
al blanco dragón de las nubes.

Nadie quiso quizás
atraparlo.

2 comentarios:

  1. Yo creo que nadie creyó poder.

    Besos y amor
    je

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  2. Un interesante poema, Melvyn, de tu libro. Me gustó mucho sobre todo el poema final.

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