DOMESTICANDO HERIDAS FECUNDAS
Fui una hembra desahuciada
bajando la pendiente
desafiando al hambre
al hombre que dice adiós
o hasta luego...
No mires ahora
lo que queda arde
lo que pide pan está muerto,
los escombros tienen sed
son hijos que piden la teta.
Fui la esposa del gerundio
amando, vaciando
domesticando las heridas fecundas.
Fui la esclava del rastrojo
la lisiada de occidente
que conquistó un terreno rojo
un árido montón
de brazos
de piernas
de intemperies...
Soy la mujer que desahuciada
provoca la ira
el cataclismo.
Sí, yo, la desprovista
la paria
la sin nada
la que arrastrándose todavía
precipita piedras
para que vengan y se sacien.
DECIR UN ADIÓS, SONORO Y LARGO Y
GRANDE
Hoy he tenido la sensación
de que nada puede ir bien
a lo mejor,
es que era hoy, cuando tenía que tirarme
de donde tengo previsto tirarme
cuando mi cuerpo y mi cerebro estén de acuerdo.
Les he dicho muchas veces a los dos
una cantidad de mentiras...
Claro que piadosas
mentiras que me como luego
con un aliño propio de bárbaros,
una mezcla de pepinillos con fresas y chocolate.
Ya sé que así de sopetón parece repugnante,
pero, es que la vida también asquea
y ya ves, aquí estamos...
Hoy podía haber sido el perfecto día
para decir basta
para decir la última frase
para cantar la última canción,
para decir un adiós
sonoro y largo y grande...
...Porque, cuando me tire de donde
tengo previsto tirarme
cuando mi cuerpo y mi cerebro
no tengan ni ganas ni razones...
Seguro,
que el adiós será así
como lo tengo previsto.
DELIRIOS INMÓVILES
De todas las paredes
colgados como ahorcados
rosario de dioses
inventos colocados,
ofrecían sus delirios
delirios inmóviles
estatuas que perdonan
perpetuas figuras a las que adorar.
Los fieles que se acercan
creyentes de alta cuna
de baja cama,
toman el cuerpo
toman la sangre...
Hipocresías de varón
y derretidas alhajas púberes todavía.
La noche que pasó
todos al unísono
entregados a los mismos ruidos
a las mismas cervezas
a las mismas canciones
a las mismas bajas pasiones...
Tú me desnudabas a mí
quitabas de en medio
cualquier obstáculo secular
y yo,
no ponía objeción
a ninguna de tus maniobras.
Gracias por haceme un hueco en tu ratonera. Me haces muy feliz.
ResponderEliminarCariños desde España.