lunes, 21 de marzo de 2011

Dos Textos de Noé Lima




Y SIN EMBARGO EL MAR...

Un vino de nácar silvestre
se le pide a las bondades menguantes de tus muslos
a la cicatriz perversa de tu rodilla arañándole a las manecillas de los delgados violines de arena que retomen tus pasos suspendidos
con mi pulso descalzo
con mi ausente suspiro de musgo

le teñiste al bostezo corporal de la sombra
un rastro difícil
solo tu voz sabe dialogar plenamente con mi tacto de abeja
ese vino se bebe con tu lenguaje de rio disperso
ese que es la prolongación de todas tus cicatrices besadas

un vino en las estaciones de los metales
las ruidosas almas colmeneras en cada constelación de tu garganta
es lo que eres

siempre vuelvo a tu voz
es inevitable desprenderse de tus transparentes luces

un vino de nácar silvestre
es lo que eres
cuando te dueles húmeda las sienes ante el sonido de la playa.


EL GRITO

pardo es el grito de tus venas
reluciente cometa que se iza
ondulado en el equino silencio del frio
en el estertor de la plomiza nieve que cae de tus senos

llamas a la puerta dorada que se extingue en las tardes

tu manera de tocar a segado el trigo tenue del crepúsculo
tu manera de robarme el sueño
en la ruda penumbra de las piedras hechas fabula para los rezos
en el valle arrinconado en mis arrugas
en ese instante
en que evaporas el terrible aguijón de las sombras
con tu tacto de crisálida
CON CADA CONJURO
QUE PARIÓ LA SOLEDAD DE LA LUNA.
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Desde el Callejón del Gato

1 comentario:

  1. Estimado Melvyn: muy buenos poemas de Noé Lima, a quien conocí anoche en el encuentro de poesía.
    Un abrazo fraterno

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