lunes, 13 de diciembre de 2010

dos textos de Javier Alvarado



UNA ABUELA Y UN NIETO

A mi abuela Lucila Medrano de Carrizo.

In memorian.

Se ha ido la luz

y cortan las tinieblas del lenguaje,

el parque solo es asediado

por amantes terrestres

y pájaros de petrificada espuma;

forasteros como reses

deambulan en el corral de los comensales.

La abuela espera en la casa

con los panes abiertos y la leche

de la acostumbrada vaca.

Aquel niño va con su linterna

a recorrer las huellas de su yo

el primo enfermo solo deduce

la luna de su maldad

y aquel niño sigue caminando

por siglos y siglos de velas apagadas.

Pero aún así la abuela espera

y abuela y nieto

son rimas pastorales que retornan de la niebla.



POR TI NO PASA NUNCA EL TIEMPO


Como si quisieras entrar al tiempo

desnuda a una plaza a una tienda de hotel

dejas tender tus dos pechos al sol


y corre el día tenebroso


como una tiniebla roja,


Te tienden un vaso, una tierra, una vida prometida


y todo es devaneo, luz solar, aquellos muertos


durmiendo abajo


balbuceando espejos vomitando sombras


y sabiéndose arcilla cuántica, número sepultado


resurrección de árboles y llantos de raíces.

Ahora dejamos salir a los fantasmas de nuestras madres

que se han marchado. Cerramos la olla con la tapadera

del suicidio.

Las Medeas modernas tiemblan colgando del cuello

de sus hijos y de los amordazados del reloj.


Ahora esperamos la piedad, la íngrima flecha


el fuego oblicuo y el ojo terreno de los sastres.

Espero que el niño

no se haya marchado, que la juventud levite asida


a un cordero de pascua o a una resurrección pagana.


He tendido tu cuerpo con horquillas desnudo al sol,


no he podido prender las velas ni amortajar tu cuerpo


con hierbas aromáticas ni besarte los ojos arriba del sudario.

El lienzo es mi cuerpo

y un humo de hiedras va persiguiendo la fugitiva especie

que amamantaste con tus dedos. Diremos que mucho ha


pasado, se volverán a nosotros y dirán:


Han sido eternos, han sido cubiertos por la pelambre de la cabra


y saciados con la leche de los orgasmos védicos.


Es un rito funeral, un hueso carcomido


Una porción de piedras espéjicas en la historia.

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Desde el Callejón del Gato

2 comentarios:

  1. Poesía líquida que fluye en cascada, con bellas imágenes, me ha gustado mucho la prouesta de Javier Alvarado

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  2. Si Germán toda la razón. Para mí fue un verdadero placer escuchar los textos de este joven poeta. Hay que leerlo con mucha atención, es una poesía inteligente y de una profunda sensibilidad

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