A sangre de ballenas
el cielo cobalto no llueve
Desaloja el nombre de la orca
y tigres de cristal
Cocodrilos mansos en lágrimas de lejía
De rodillas
veo diluvios
Según las grullas:
Alguien ha de pagar
el derrumbe.
Mar degüello
Eso
que no es…
Es mar degüello
No azúcar
Ni tifón
Duro
toca mi puerta.
Rezo
Que me voy
y no dices
amatista de aires
Quedóme
en nidos lejanos
con este sopor
de los palomos
sin calentarme los pezones fríos
desde el toque de cuernos
de esa muerte sin día
en madrugada
En duermevela
aprendí a caminar de revés
altos pasos de un cactus suave
brasa de leña verde
inundación de la quebrada
Marrón iguana en combate
y el murciélago anda de cabeza por mi rastro
en las puertas
no voy a delatarlo
no diré más el encanto
Sólo me siente de nieblas
de lobos sin voz
Resguárdame en tu regazo
imposible
escóndete en el cerro
en la mata de algarrobo
no quieras jugar con serpientes
dale a la comadrona que te trajo
el santo y seña
que voló escondido entre mis senos
Y te guardo el corazón entre mis tetas
Para que no se quiebre.
Me ha gustado mucho este poema.
ResponderEliminarFuertes y extrañas imágenes, diría que son un poco surrealistas?
Poeta camarada Aguilar:
ResponderEliminarBueno leer algo de esta poetisa bolivariana, el tercero me gusto especialmente.
Abrazos fraternos en Amistad y Poesía verdaderas,
Frank.