domingo, 4 de julio de 2010

Los Bramidos del Toro / Nuevo libro de Américo Ochoa


UN NIÑO DE AGUAJADE

I

Había una atarraya secándose/

tendida al aire como para atrapar sonidos/

Peces de luz o las corvinas de la brisa

había pescado seco tendido en la alambrada/

el Sol subía a tumbos el tufo de morralla

alma de macarelas y sardinas.

La luz murmuraba relatos de cenizas/

de volcanes/ repaso de emisiones antiguas/

habla de sirenas calcinadas/ de cangrejos de plata

y langostas de oro rundidos en las posas

de los peces mariposas que salieron volando

hacia otros mares

mantarrayas azules

que se hicieron blancas en el vuelo de ceniza

un cangrejo-caballero pasa bajo la mesa sin mantel

y juro que brillaba

más que el oro

un perro echado en la ceniza

camufla sus ancestros de cadejo

mientras la tía gira

mundos planos de maíz en el comal.

II

Gonzalo toca mandolina frente al mar

el muelle le estalla en los ojos y lo ciega

como atracaderos en llamas en una obra de Van Gogh

con bengalas y artefactos de la China.

Al final de la canción

se destusa la estela graznidos gaviotas

lacia un mástil pescador.

imagino barcas soldadescas de españoles

sangrando el cuello de un adolescente.


Camino sobre el ostral vacío

le mandolinas sin cuerda/ degollada

pesadumbre colgada en los horcones.


Américo Ochoa/ El Salvador 1960

2 comentarios:

  1. Poeta amigo:

    Gracias por traernos esta información y este magnífico poema de Américo. Por la lectura de éste pinta muy bien el nuevo libro del poeta Ochoa. Felicitaciones a ambos!

    Abrazos fraternos en Amistad y Poesía verdaderas,

    Frank.

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  2. Estimado Melvyn: es un maravilloso poema de Américo, aún recuerdo la lectura de "A LA HORA DEL SOL", premio EDUCA 1989, otro excelente libro del autor.
    Saludos!!!!!

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