miércoles, 17 de marzo de 2010
6 textos de Jorge Charpentier.
Jorge Charpentier
Acogiendo la sugerencia del poeta Frank Rufino aporto estos textos de Jorge Charpentier publicados en el II Volumen de la Antología Lunada Poética, Poesía costarricense actual.
DE CUERPO ENTERO
Cómo me has dolido vida.
Cómo te ensañaste
para cambiarle nombre
a mi altivez
y arrodillar la noche
de mi grito
en alegre sollozo
y humillada tristeza.
Te pusiste del lado de la pena,
alianza clandestina
para inventar piedra de amargura
para todo llanto,
para que toda la rabiosa
humedad de la impotencia
terminara
en claudicar de la esperanza.
Cómo me has dolido vida.
Si de alcanzar infiernos
se tratara
ya tú me diste
todas las barcas
y todas las escalas
para sentirlo.
Y nunca es suficiente.
A tu voraz certidumbre
no le basta que tan sólo pretenda
alimentar el tiempo del anhelo;
necesitas también anular el silencio,
la voz interior que apenas imagina,
el privilegio de acceder a las ausencias
y cerrar los labios como dos espinas.
Sin embargo no quiero que la muerte
la enemistad de su consuelo
para entrampar las rutas
que siempre te da convertir la noche
en un blanco papel eternizado.
Te quiero a ti, vida,
cuerpo a cuerpo,
los dos insatisfechos,
los dos interminables,
aunque tanto haya dolido,
aunque duela tanto
tenerte en carne propia,
amante vida.
NO TENGO AMADA MÍA
No tengo amada mía.
No tengo amada
con quien compartir
el pan y la noche.
Nadie me asegura
que te encontraré,
amada mía.
No tengo amada mía.
Que no tengo
con quien andar la nieve.
No tengo tristezas.
No tengo amada mía.
QUE VIBRA
Te voy a hacer sonorosa,
como una hoja seca entre los dientes,
como una campana apretada en la cintura.
Sonorosa como el descalzo pie entre las hormigas.
Como la uña cuando rasca una rosa
y se queda rosada y sonorosa.
Como una campana apretada en la cintura.
Como una hoja seca entre los dientes.
INÚTIL
Tengo un techo arriba y otro abajo.
Ando en dos bases pobladas de mínimos tentáculos
y pongo boca arriba los codos
y amortiguo en el suelo lo que lloro.
y meto tu cuerpo y trazo otro.
Pongo mi cuerpo en figura de compás y trazo un círculo,
así hasta el infinito:
espiral amoroso de nunca conseguirte.
Doy mi espalda al mar para no verte
y me encuentro de pronto el mar enfrente.
OTRO GESTO
Caigo sobre la tierra
y me curto de hormigas amigables
que roen tiernamente mi mejilla
y abultan sobre mi cuerpo
sus patas de sucio mar:
brújulas partes me conmueven.
El gato gargarea y cruje:
animal sedante que me puede
Con su pelo erizado y agresivo
y su nariz de flor amaneciendo.
Aquí me hago cargo
de mi condición de cuerpo.
ESCAMA
Una raza de islas para mí yo quisiera.
Que la arena se pegue de la miel de tu espalda
para hormiguear en ella mi beso hasta la nuca
enredándote el sol en la azulada red de tu cuello imposible.
Una raza de chozas de vírgenes escamas para mí yo quisiera,
donde guardar tus voces, tus ruidos, mis secretos.
Como cáñamos tibios apretarnos las frentes en las altas mareas,
reiterándome en ancla para que no te vayas.
De la gota del agua, su piel tan transparente, yo quisiera injertarte.
O traerte, apretada en la mano,
la semilla de estrella que pediste una tarde.
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Son preciosos a mi parecer existenciales. Yo no encontré apenas nada de él en la web, así que agradezco estos seis poemas.
ResponderEliminarGracias... Besos y amor.
je
Qué bueno que te valiera la entradita. El amigo Rufino nos alertó en su blogs de que se encontraba poco del trabajo del poeta Charpa y esto es una verdadera lástima. Recuerdo que la última ocasión en que compartí con Jorge fue en el marco de la Lunada Poética promovida por el poeta Armando Rodríguez Ballesteros, un ciclo de encuentros poético de distintas voces que se prolongo durante varios años, en esta ocasión el poeta fue contundente en su participación , luego de la actividad, como era costumbre el último jueves de cada mes, no fuimos algunos amigos al -Raco de Ratolí-, como le llamábamos a mi casa en Barrio Escalante a tomarnos uno vinillos y a seguir compartiendo poemas, esa fue la última vez que vi al poeta.
ResponderEliminarGracias Carmen
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarPoetas Melvyn y Carmen:
ResponderEliminarCharpentier fue un poeta de corte netamente amoroso (totalmente opuesto a este servidor). Como fue su vida, así fue él. Antes de morir estaba muy emocionado con su próximo poemario. Un día llevó el texto al bar La Madrigal (15 metros norte de La Marinita, frente al bar Malibú. Ese bar, La Madri... está remodelado hoy y ya es otra nota) y me lo puso en las manos para que lo leyera. "Esplendor" se titula dicho texto inédito. Deploro mucho haber estado bastante beodo para apreciar esos poemas, sin embargo, era lo mejor de él: su músculo póetico no solo estaba en forma, sino que venía a dar la última pelea y a asombrar a todos. Su amiga de confianza, la poetisa Estela Fuentes, debe tener esos poemas. Ojalá haga algo o por este medio se comunique conmigo (si alguien la conoce y sabe sus señas, avísele) para de alguna forma dar a conocer póstumamente el último poemario escrito por Charpentier.
Gracias Melvyn por complementar mi entrada con esta sesuda selección tuya del poeta que nos ocupa hoy.
Abrazos fraternos en Amistad y Poesía verdaderas,
Frank.
P.D. Bien por dejar comentario en el último post en mi defensa. Aclaradas las cosas por eso vuelvo, no porque un atorrante envidioso (si es que responde a este nombre, pues el encabezado aparece anónimo) me diga que debe alguien callarme, pues lo invito a hacerlo personalmente!
100 puntos hermano y gracias por recordarnos al poeta Charpentiar.
ResponderEliminarPara seguir en esta fiesta-bacanal de la poesía, este siguiente texto lo puse en un comentario del último post del poeta Juan Carlos Olivas, pues me recordó al que él subió de su autoría. Los invito a deprimirse.
ResponderEliminarDEBÍ DECIR SÍ A TU LLAMADO
con sentido pésame a La Parca;
a los poetas Carmen Molins y Melvyn Aguilar, con Amistad
DEBÍ decir sí a tu llamado
y no quedar transitando
la fétida huella que deja tu nombre.
Debí aceptar el llamado de la soga
alrededor de mi cuello
cuando te favorecían 60 a 40,
oscilar en el solar
como lo hacía mi hastío
de cada día de existencia.
Debí tener por lo menos una bala extra
para horadar el reino de mi memoria,
por sus parajes donde
habían surgido nubarrones,
y de ahí la tristeza y el cansancio
siempre de llevar mi vida a rastras
hasta el punto que los más íntimos
notaban como un lastre en mi costado,
mas nadie quiso cargar penas así
porque hubiera sido zozobra a dúo,
como mueren dos ahogados
entrelazados intentando resistir
a la inmensa gravedad de la muerte.
Contemplo todos mis suicidios al azar
y ninguno fue el tiro alineado.
Esta preferencia de empinar el codo,
disfrutar lentamente el final de travesía
cruzándonos las miradas,
intimidándonos mutuamente,
sacando los colmillos,
blandiéndonos
los puños como marinos
en la proa
de distintas barcas que se acercan
nada más se acercan.
*****
Texto inédito de Frank Ruffino, Nov. 2009.
Es excelente. Muchisimas gracias.
ResponderEliminarBesos y amor
je
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ResponderEliminarMelvyn viejo güevón:
ResponderEliminarEntre todos los que corrieron a opinar en mi último post-homenaje a Charpentier faltaste vos. Se extraña la opinión del ratón Aguilar! Tendré que agarrar un queso suizo y hacerlo boronas y regarlas desde aquí hasta mi blog, y ahí sí: vas a caer de rodillas cuando leas mi "oda" a Charpentier. Si no vas o no has dejado comentario sospecharé que crece en ti, como la hiedra en el poema de Luis Chaves, una envidia malsana (hay buena? preséntenmela).
Abrazos fraternos en Amistad y Poesía verdaderas,
Frank.
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ResponderEliminarPoeta amigo:
ResponderEliminarNo conozco a ese señor Carlos Alvarado. Me da rabia que la gente no hable de frente sugiriendo que alguien me ataje el paso. Él puede hacerlo sin ningún tipo de escuderías. Sin embargo, no tengo nada contra este señor porque ni siquiera lo conozco. La disculpa va para vos y los otros seguidores de este espacio, como mis amigas poetisas Luissiana Naranjo, Carmen Molins...: trataré en la medida de mi ebriedad, no venir a este blog a jalar el hule (molestar).
Hoy ando más jodido. Tenía una perra corriente de tres años llamada chispa que adopté desde el mes de nacida. Cuando salí, como siempre, se me escapó para seguirme. Lo malo es que iba en un Toyota 4X4 de mi cuñado. Le dije: "Hermano: cuidado, porque chispa ahora se le mete de frente a los carros, máxime que voy yo en esta cosa monstruosa para ella". Seguro se sintió ofendido que dijera eso de un chuzo de 18 millones y aceleró más de la cuenta en la esquina de mi casa. La majamos. Todavía la perra se devolvió herida de muerte 50 metros. Cuando le dimos la vuelta a la manzana estaba esperando en el portón de mi casa. La tomé entre mis brazos como si fuera mi propio hijo. La llevamos al veterinario: creí que solo era un trituramiento de uno de sus cuartos traseros, al presionarlo yo le salió un gran chorro de sangre por su órgano y pringó al doctor. Dos inyecciones de anestesia para “dormirla” y nada. Explicó el veterinario que si uno está presente infunde valor en la mascota (o persona) y ella se niega a morir. Entonces salí para que le aplicara la última dosis directamente en el corazón. Pero como hablaba, el doctor indicó donde no me escuchara y sí: tras un gemido como llamándome murió al instante! Ahora la tengo, después de cinco horas de fallecida, aquí, a mi lado mientras escribo estas líneas: tiene rigor mortis: se me antoja una roca fría, ni la sombra de lo que era este animalito que cantaba karaoke con mis silbidos y saltaba tapias de metro veinte centímetros para acompañarme y ser mi ángel por donde fuera en el pueblo (hasta en las cantinas me esperaba a mis pies).
Al calor de unos tragos, e influenciado por otros problemillas humanos, quise abrazarla y morir lentamente con ella, mas recapacité: 'si chispa me protegía tanto entonces con mucha más razón deseará siga vivo en este valle de mierda'. Eso es todo. Tomaré mi pala y la enterraré en el jardín al frente de mi casa. Ya tengo ramas del arbusto de menta, las colocaré en un fresco lecho y la cubriré con más menta; luego la tierra...
Abrazos
P.D. Eliminé algo de los mensajes defensivos: se me fue la mano y por eso trasmutaron en burdas ofensas. Edité el de la mañana y lo volví a poner (de ahí que tenga ese horario cercano a este).
La muerte de un perro me duele mucho: ellos exhiben, en la mayoría de los casos, más valentía, fidelidad, amor... que los propios seres humanos. Aunque mi última compañera es una dama y tenemos un lindo y saluble niño de 13 meses, ni ella fue tan devota como chispa conmigo!
Estimado Frank, de verdad, pero de verdad que lamento muchísimo el deceso accidental de tu compañera cuadrúpeda chispa. Hermano yo soy alguien que gusta bastante de los perros, y fácilmente desarrollo amistades caninas, en mi barrio tengo algunos canijos que son compañeros de compras y otro que siempre me acompañan al Bar Barba Roja algunas de esas noches en que salgo a tomarme una chelita, éste en partículas es un compadre fundamental en mi vida se llama –Perrozoro- , por eso entiendo tu tristeza y tu desanimo.
ResponderEliminarEspero este bien y puedas manejar el silencio que genera la ausencia de chispa, Frank , disculpa que no esté contestando ninguna entrada, no es nada en especial, estoy un tanto presionado atendiendo algunos asuntillos personales y bueno he dejado un poco descuidada a la ratonera. , pero pronto retomo la dinámica. me tomaré una copita de ajenjo a la salud de CHISPA , para que tenga un buen viaja y otra para acompañarte desde aquí ésta mi soledad.
Con aprecio un abrazo catedral Melvyn.
Copiado.
ResponderEliminarGracias.
Abrazos fraternos,
Frank.
Hola! Me pueden decir el poema "El abuelo y el cadejos" de Jorge Charpentier es que lo necesito y no lo encuentro! Gracias!
ResponderEliminarEsta en la antología La pasión inconclusa, si lo localizo te lo envió, dime a donde...
EliminarDel libro El abuelo en el espejo.
ResponderEliminarHoy no te oigo, abuelo,
estás callado como unpapel en blanco.
Como cuando volvés de escuchar las cigarras,
esas que decís rasgan con su voz
la telaraña invisible de las estrellas.
Es que contemplo el rasguño de Dios
de montaña a montaña
y pienso en su dedo de pintor
que hace posible el arcoiris.
-¿Es un rasguño de Dios?
- Es más que eso
es un arco sin flecha
que busca nuestra mirada.
-¿Un arco de colores?
- Sí Sobre el cielo, detrás del cielo,
debajo del cielo
El arcoiris
es la señal de los poetas que acompañan.
-¿Son como ángeles los poetas, abuelo?
-Son como ángeles.
Al atardecer asoman su alegría
por una ventana del cielo
para que no olvidemos la belleza.
-¿Por qué es arco y es iris?
-Los dos son uno.
El arco de colores
se forma con las nubes
cuando refleja
la luz de la lluvia.
Solo mirá,
y si sentís la belleza,
entonces ahí está el arcoiris.
El Abuelo en el espejo
ResponderEliminarCharpentier, Jorge
ISBN: 978-9977-23-659-9
editorial: Editorial Costa Rica
categoría: Poesía costarricense
año de edición: 1997-07-31
idioma: Español
reseña:
no disponible
Hola me pueden ayudar a buscar el abuelo y el cadejos de jorge charpentier se los agradeceria mucho :)
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